domingo, 29 de julio de 2007

Cantera

Apenas comienzo a disfrutar mis vacaciones; ya que, casi apenas terminé finales, estuve yendo a excavar a Pachacamac. Si han leído mis entradas anteriores sabrían dos cosas. La primera que me gusto muchísimo y conseguí muchos amigos, y la segunda que ya acabo. Si no lo sabían, ahora lo saben.

Bueno, para mí, esta es una entrada especial, pues es la primera entrada que escribo desde mi cuarto, con mi nueva computadora y sin Internet. Lo que sucede es que hoy me compré una computadora nueva y la puse en mi cuarto, aunque no por mucho tiempo porque en unos días la pongo al lado de la otra para que tenga Internet, también. Desgraciadamente, por alguna extraña razón que no puedo contar, hoy no puedo salir de aquí. Me puedo quedar hasta la hora que quiero escribiendo entradas que, tal vez, publique o que, tal vez, como ha pasado con muchas, me las quede porque siento que no es un buen momento para publicarlas o porque aún no están listas.

He comenzado a escribir esto sin la menor idea de qué poner. Sé que cuando escribes algo sin saber sobre qué vas a hablar o, por lo menos, una idea; el texto se hace aburrido. O sea. Yo pienso, a quién diablos le importa lo que estoy pensando. En realidad, creo que mis entradas cada vez se hacen más aburridas y tediosas, no sacas ningún provecho en leerlas y ni siquiera dan risa. Solo expresan lo que estoy pensando en este momento. Y también me hace acordar a cuando me mandaban, en el colegio, a escribir un a historia para los juegos florales y no tenia idea de qué poner, así que escribía la historia de un chico que tenia padres y amigos y le pasaba algo y siempre me quedaba ahí, odiaba eso. Hasta que me entró el espíritu Tupamarino y me revelé, argumentando que ya estaba bien grande para escribir; ahora que estoy más grande aún, me gusta escribir. Cosas de la vida.

Agregando a mi sopa de incoherencias que para escribir una palabra mi dedo pasa por las 6 teclas que mayormente rodean a la que quiero apretar, esto se debe a que todavía no me acostumbro a este teclado y lo peor, lo que más odio es que mi “delete” o esa tecla para borrar las palabras de derecha a izquierda, porque hay una que es para borrar de izquierda a derecha que se llama suprimir; como decía, mi “delete” es una tecla minúscula y cada vez que la quiero presionar me sale esto :”ç”. Y en el teclado de mi otra computadora cuando quiero apretar “enter” y se me va el dedo ç, también sale eso. ¿Curioso no? ¡A quién le importa!

Bueno creo que ya es suficiente estupidez por una entrada y el tema que quería tocar en esta entrada, que me acabo de acordar cuál era, lo tendré que comentar en otra; quizás la siguiente, sí la siguiente. Y léanla por favor denme otra oportunidad como yo se la di a la mandarina en una época donde la gente no creía en nadie (si no entienden esta parte lean una de mis primeras entradas, gracias a esta varios amigos comenzaron a leer seguido mi blog). Mi mandarina y yo les devolvimos la esperanza a muchos jóvenes, les dijimos que había mucho talento entre nosotros, le dijimos que los peruanos estábamos hechos para algo más que perder en los deportes, les dimos una luz de esperanza en la literatura peruana.

Ahora… ya se la quitamos, pero, en su momento, cumplimos y espero regresárselas. Quizás con mi manzana verde esta vez. Aprovecho la ocasión para burlarme de todos los que me preguntaron qué era una manzana verde, cuando lo vieron escrito en mi Messenger. Asumo que pensaron que era una metáfora, pero se equivocaron. Era simplemente como se lo describí a uno de los preguntones: una fruta que generalmente es roja, es muy jugosa y en las ilustraciones infantiles se representa albergando a un gusanito.

Con todas estas oraciones asentivas (si no existe esta palabra, que es lo más probable, no me importa, la acabo de inventar, y supongo que saben que quiero decir), doy fin a esta cantera, perdón; a esta entrada. Gracias

PostData: Cantera es un lugar donde hay un montón de piedras que, generalmente, las culturas antiguas usaban para construir arquitectura. Al poner cantera, quiero decir que todo lo que he escrito anteriormente son puras rocas. Estúpido, pero todavía hay estúpidos que piensan como yo.

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