viernes, 9 de enero de 2009

La habitación de Pandi


Coge un lápiz y un papel y comienza a dibujar tu mapa de la habitación de Pandi, cual Adso de Melk siguiendo las instrucciones de Guillermo de Barskeville. Un dato, es cuadrada.

Jugando, o más bien, rozando mi índice izquierdo con la mesa de metal que esta al centro mientras escribo con la mano derecha, no soy zurdo, dato que cualquier atento lector ya hubiera intuido. Desde la secundaria pensé que si fuera zurdo mi vida hubiera sido diferente, pero eso es otro tema. Volviendo a lo que importa. Lo único que alcanzo desde este sillón en el que estoy hechado es la mesa de metal. No sé que metal será, pero esta mesa, hasta los 16 años, nunca pude cargarla sólo, es pesadísima y tan antigua que no me sorprendería que haya sido construida para algún virrey, porque bonita si es. Encima de la mesa hay adornos navideños que todavía no guardo, mi abuela es la que se encarga de poner todos los adornos y luego de bajada de reyes guardarlos, pero como esta de viaje, mi padre me ha encargado guardar toda la parafernalia navideña. Aparte de los adornos, incluyendo velas, que están sobre la mesa de metal antes descrita, esta mi libro, el que estoy leyendo y el que pare de leer para escribir esto y porque hoy en la madrugada terminé "El nombre de la rosa" y creo que al leer el primer cuento de esta recopilación, "Asuntos internos" de Roncagliolo, que por cierto es buenísimo y fue parte de la inspiración para escribir esto, como decía luego de leer todo eso creo que es justo y necesario descansar antes que mi cerebro tengo un derrame literato. Encima de mi libro esta mi inhalado, sí soy asmático desde los 3 años y nunca me curaré, el inhalador nunca esta a mas de 10 metros mio y cuando salgo siempre lo tengo en el bolsillo, no en la mochila, en el bolsillo. Pase por más de 10 médicos de diferentes países por mi infancia, entre los más pintorescos había un japones que escribía en japones (¿?) y nadie entendía sus recetas, un hindú que se casó con una amiga de mi mamá y me daba unas yerbas asquerosas, y finalmente uno que me dijo que estaba entre el 5% de casos de asma en el mundo y que ya no me curaría, pobre infeliz me hizo sentir que pertenecía a una élite y lo peor es que tuvo razón o hasta el momento la tiene.
Siguiendo con la descripción , encima de la mesa también están algunos adornos del árbol de navidad que se encuentra un poco más a la izquierda, pegado a la pared. Es que en la tarde mi padre me pregunto si ya había desarmado el árbol. Al responderle que no preguntó qué esperaba para hacerlo y para que no siga jodiendo saque unas cuantas bolitas y adornitos que puse encima de la mesa y que ahora estoy describiendo, todos azules, mi árbol navideño es todo azul, hasta la estrella, azul con plateado en realidad, o sea, la decoración. Siempre que digo eso la gente pregunta ingenuamente: ¿el árbol es azul? - no, idiota, el árbol es verde. Y es que así es, verde, pero la decoración es azul con plateado. Bueno, a la derecha de la mesa está el equipo de música desconectado y atrás de él, la radio; que no se porque está aquí si ya hay un equipo de música. No, no es lo mismo, el equipo de música, que algunos llaman estéreo, es más grande y tiene parlantes separados; la radio, en cambio, es portátil, pequeña y puede usar pilas cuando esta deseschufada y, obviamente, no hay enchufe cerca. El equipo esta en una mesita de madera y los parlantes de éste, en el piso; la radio esta sobre el mueble principal que esta pegado a la pared perpendicular a la pared donde esta el sillón donde yo estoy hechado. En la esquina de estas dos está la lampara (a mis pies). En el mueble principal están los libros entre otras cosas, esta es mi biblioteca, o era, aunque lo sigue siendo, pero ahora comparte la habitación con la sala, es algo extraño, antes la sala y el comedor estaban en el primer piso, en un espacio enorme y ahora los han subido medio piso (entre el primer y segundo piso) por motivos de trabajo y espacio para tal. Como decía, los libros que hay son variados. Están los mios que son revistas, obras literarias, comics, cuentos y uno que otro análisis de obras; los de una de mis hermanas que son de gastronomía en su totalidad; los de la época universitaria de mi madre que son de psicología en su mayoría, pero también hay de educación inicial (su segunda carrera, que ejerce más que la primera) y uno que otro de filosofía; y, finalmente, entre otras cosas, los que supongo son de mi difunto abuelo que nunca conocí, que abarcan desde enciclopedias completas de 12 tomos, hasta antiguas revistas de colección, hay uno que te enseña como se crean los personajes de Disney bien paja y grande a full color. Yo asumo que si vendo todos los libros de esta biblioteca sobreviviría un par de años viviendo austeramente solo. Ah también hay adornos y fotos del matrimonio de mis padres, el mueble ocupa casi todo el largo de la pared. Más allá, en la esquina opuesta a la puerta (que esta en mi cabeza), esta el mueble de los recuerdos. O bueno, no encuentro otra manera de llamarlo, no porque me traiga recuerdos ni mucho menos, sino que es un mueble-armario relativamente grande donde mi abuela guarda los recuerdos de cuanto cumpleaños, matrimonio, quinceañero, despedida de soltero, bautizo, primera comunión, confirmación y cualquier otro sacramente que olvide junto con cualquier celebración que exista donde te den un "recuerdito" y ella o nosotros hayamos asistido. Yo calculo que hay mas de mil sin exagerar. Siguiendo el recorrido en sentido antihorario, esta la pared que en todo su largo contiene una ventana que la a la calle y que esta exactamente frente al sillón donde estoy hechado y que esta apoyado a la pared paralela a esta ventana, naturalmente. Debajo de la ventana hay otro mueble largo que no vale la pena describir. En la esquina que sigue hay un pequeño mueble-bar movible (obviamente si es mueble tiene que se movible), nada del otro mundo porque los tragos mas importantes están en una parte del mueble de los libros (si algo extraño), pero el mueble es grande y esta en una cajón que esta más pegado a la pared que estoy yo y esta cerrado bajo llave y ahorita lo estoy mirando con lujuria y gula.
Después del mueble-bar, hay otro mueble con copas y vasos y más copas y adornos navideños y otras cosas. Al frente de este, entre este y el mueble de libros, está la mesa del comedor con mantel navideño y donde siempre me siento a leer. A la derecha de este mueble de copas y vasos y etc; está el árbol de navidad a medio desarmar, sin luces, esas ya las saque de toda la casa, tan flojo no soy, y me pagaron además. Digo a medio desarmar por lo que ya conté lineas antes, ojo es verde. A la derecha de este hay un sillón pequeño, como donde yo estoy hechado, pero pequeño, y al lado de este esta finalmente la puerta. Así acabo de describir la habitación en la que estoy, pues al lado...

...Se me acabo la hoja...

como decía, al lado de la puerta, está, como un atento lector ya debió de haber descubierto, el sillón largo donde y estoy hechado escribiendo esto sobre una hoja que esta apoyada sobre un libro que saque del librero tantas veces antes mencionado en esta hoja, o mejor dicho en la anterior porque ya voy por la segunda hoja, la anterior era melón y la arranqué de un cuaderno de hojas multicolores, y esta es blanca, bond que saqué de mi impresora. En fin, el punto es ¿qué demonios hago hechado en este sillón con un lápiz en la mano y escribiendo en una hoja que esta apoyada sobre un libro infantil que lleva por título "Aprende a calcular con Pandi" y que tiene una calculadora pegada al lado derecho, y que además, por alguna extraña razón sobrenatural, decidí que le pie a ese estúpido nombre que lleva este post por falta de ideas? Les cuento para que se le disipen todas las dudas. Mi cuarto que esta en el segundo mediopiso (entre el segundo y el tercer piso de mi casa) ha sido ocupado por un viejo con bigotes blancos y sombrero del oeste y que, además, habla como si viniera de este, o sea del oeste; este señor que se apoderó de mi cuarto por decreto de mis padres es tío de mi papá y viene de Arequipa, donde vive. Espero que su visita culmine mañana en la mañana (porque a las 7.30 ya estaba durmiendo según mis investigaciones expiatorias) y pueda recuperar mi cuarto lo antes posible por dos motivos en especial: el primero de ellos es que no tenga tiempo para escribir huevadas como esta y el segundo es dejar a Pandi tranquilo en su habitación. Gracias.

De la rosa nos queda únicamente el nombre


Hoy en la madrugada, ayer en la noche o, para hacerle honor al libro, hoy en Maitines terminé de leer una excelente (porque no encuentro otro adjetivo más exacto) novela que me regaló hace algún tiempo un buen amigo. Por el título creo que es fácil darse cuenta de qué libro se trata si lo has leído y si has escuchado de él, con un poco de movimiento neuronal no tardarás en saberlo.

Hace algún tiempo cuando terminé de leer un libro, que no recuerdo cuál era, escribí un post sobre mi experiencia leyéndolo y generalizando un poco mi sentimiento al terminar de leer un libro. Claro siempre que termino de leer algo, cuando ya sé que los protagonistas murieron de diferentes formas, ya se quién es quién al final cuando hay algún personaje oculto y ya se cómo se dieron los hechos que hasta entonces desconocía, hay un conjunto de emociones en mí que son mezcla de satisfacción y resignación de que tan buena obra haya culminado. Esta no fue no la excepción, también me conmovieron las muerte de los protagonistas al final, y el plus que tiene cuando te habla de lo que pasa años después con los personajes, que de hecho lo considero parte fundamental de la obra. A pesar de todo esto, esta obra tiene algo que no tiene las demás: Umberto Eco te cuenta cómo la creó en las apostillas (al final de la obra), pero de una manera tan genial que se te olvida el triste final de ésta por un momento. Y hablando del final, este no es como en la mayoría de obras, o sea, el final no es total, porque, por un lado, en el "Último Folio" nos cuenta lo que años después pasó con los personajes y él lugar donde se desarrolla la obra, y por otro lado, algo que me parece bastante interesante, durante la obra se van adelantando los finales de cada personaje y al contrario de quitarte la expectativa, te motiva más a seguir leyéndolo. Quizás la oración que más me gustó del libro fue cuando Adso de Melk (el narrador de la obra y ¿personaje principal?) nos adelanta el final de su amada campesina: "Del único amor terrenal de mi vida no sabía, ni supe jamás, el nombre". Así nos imaginamos que finalmente fue a parar a la hoguera. Otra cosa que también tiene de majestuosa esta obra es que sucede lo que no te esperas, después de leer muchas novelas puedes creer que te imaginas el descenlace, pero algo cambia totalmente y se van al carajo todas tus deducciones.

Finalmente, es posible que lo que más me impresione de esta obra es la manera en que Umberto Eco la crea y la manera que te engaño al principio, creyendo que en realidad existía tal manuscrito de Adso y que él solo lo había encontrado y lo estaba transcribiendo, además esto me hice quitarle crédito al autor pues pensé que era sólo una recopilación. Esto también se debió a que veía la obra con tantos datos religiosos exactos del medioevo, tan buena narración medieval y tanta exactitud en los hechos que mi mente se negaba a creer que una persona se haya inventado tal historia. Luego cuando leí las Apostillas del libro, me di cuenta que Umberto Eco no era persona.

Va a pasar mucho tiempo para que encuentre algo tan bueno como "El nombre de la Rosa".

PostData: Estas vacaciones voy a leer y leer, ahora comienzo con "Selección peruana 2", una recopilación de los mejores cuentos de los mejores narradores peruanos de la actualidad, entre jóvenes y experimentados. Supongo que para mañana ya lo habré terminado. Tengo muchos libros en mi biblioteca que después iré contando.