viernes, 9 de enero de 2009

De la rosa nos queda únicamente el nombre


Hoy en la madrugada, ayer en la noche o, para hacerle honor al libro, hoy en Maitines terminé de leer una excelente (porque no encuentro otro adjetivo más exacto) novela que me regaló hace algún tiempo un buen amigo. Por el título creo que es fácil darse cuenta de qué libro se trata si lo has leído y si has escuchado de él, con un poco de movimiento neuronal no tardarás en saberlo.

Hace algún tiempo cuando terminé de leer un libro, que no recuerdo cuál era, escribí un post sobre mi experiencia leyéndolo y generalizando un poco mi sentimiento al terminar de leer un libro. Claro siempre que termino de leer algo, cuando ya sé que los protagonistas murieron de diferentes formas, ya se quién es quién al final cuando hay algún personaje oculto y ya se cómo se dieron los hechos que hasta entonces desconocía, hay un conjunto de emociones en mí que son mezcla de satisfacción y resignación de que tan buena obra haya culminado. Esta no fue no la excepción, también me conmovieron las muerte de los protagonistas al final, y el plus que tiene cuando te habla de lo que pasa años después con los personajes, que de hecho lo considero parte fundamental de la obra. A pesar de todo esto, esta obra tiene algo que no tiene las demás: Umberto Eco te cuenta cómo la creó en las apostillas (al final de la obra), pero de una manera tan genial que se te olvida el triste final de ésta por un momento. Y hablando del final, este no es como en la mayoría de obras, o sea, el final no es total, porque, por un lado, en el "Último Folio" nos cuenta lo que años después pasó con los personajes y él lugar donde se desarrolla la obra, y por otro lado, algo que me parece bastante interesante, durante la obra se van adelantando los finales de cada personaje y al contrario de quitarte la expectativa, te motiva más a seguir leyéndolo. Quizás la oración que más me gustó del libro fue cuando Adso de Melk (el narrador de la obra y ¿personaje principal?) nos adelanta el final de su amada campesina: "Del único amor terrenal de mi vida no sabía, ni supe jamás, el nombre". Así nos imaginamos que finalmente fue a parar a la hoguera. Otra cosa que también tiene de majestuosa esta obra es que sucede lo que no te esperas, después de leer muchas novelas puedes creer que te imaginas el descenlace, pero algo cambia totalmente y se van al carajo todas tus deducciones.

Finalmente, es posible que lo que más me impresione de esta obra es la manera en que Umberto Eco la crea y la manera que te engaño al principio, creyendo que en realidad existía tal manuscrito de Adso y que él solo lo había encontrado y lo estaba transcribiendo, además esto me hice quitarle crédito al autor pues pensé que era sólo una recopilación. Esto también se debió a que veía la obra con tantos datos religiosos exactos del medioevo, tan buena narración medieval y tanta exactitud en los hechos que mi mente se negaba a creer que una persona se haya inventado tal historia. Luego cuando leí las Apostillas del libro, me di cuenta que Umberto Eco no era persona.

Va a pasar mucho tiempo para que encuentre algo tan bueno como "El nombre de la Rosa".

PostData: Estas vacaciones voy a leer y leer, ahora comienzo con "Selección peruana 2", una recopilación de los mejores cuentos de los mejores narradores peruanos de la actualidad, entre jóvenes y experimentados. Supongo que para mañana ya lo habré terminado. Tengo muchos libros en mi biblioteca que después iré contando.

2 comentarios:

erick dijo...

hijo de hombre de roa bastos...

Luciano dijo...

Sabía q te gustaría el libro :D

Luego de un año y medio lo terminaste de leer y yo aun no veo los dvd's... damn.

Q bueno tb q te haya servido para q te animes a seguir escribiendo.