martes, 14 de agosto de 2007

Malditos ladronzuelos

La verdad es que hace dos horas traté de escribir esta entrada, pero debido a la cólera no me salia ni una palabra.

Terminó mi clase particular y me dirigí hacia mi dulce hogar, claro en estos momentos no es tan dulce. Baje en un paradero poco usual, pues mayormente tomo otra ruta para regresar a mi hogar. Aquí comenzó el problema, caminando de regreso pise caca o excremento de animal canino como quieran llamarlo, para mi es caca. Algunas personas dicen que pisar ese tipo de cosas trae buena suerte, ahora yo, con pruebas suficientes, puedo negarlo rotundamente.

A pesar de no ser mi ruta normal, varias veces había tomado ese camino. Primero tengo que pasar por un mercado y cuando termino este, recién encuentro la dirección hacia mi hogar. En esta hay una pollería, una peluquería, un bazar, una tienda y una licorería, en orden. En la licorería mencionada se juntan muchos jóvenes de mal vivir, aunque no en muchas ocasiones. Siempre que paso por ahí, no miro la licorería y paso rápido, afortunadamente, hasta hace unas horas, nunca había ocurrido nada fuera de lo normal. Pero siempre hay una primera vez, lo sé. Hoy, lamentablemente, fue esa primera vez.

Caminaba, muy despistado, por la ruta trazada en mi mente. Justamente mi mente estaba en otra dimensión pensando en todos los problemas que tengo en estos momentos, claro problemas de un joven de 17 años, pero hay uno familiar que afectaría a cualquiera tenga la edad que tenga, pero bueno ese es otro tema. Como decía, caminaba con mi ruta mentalmente trazada y muy distraido, pasé por todo lo antes mencionado en orden. Hasta que llegue a la licorería y no me fije quiénes estaban, qué había, nada. Creo que estaba un poco apurado, así que pasé de largo. Más o menos a dos cuadras de la licorería comenzó esa desagradable situación.
Alguien de baja estatura se me acerco sorpresivamente; asquerosamente, se atrevió a dirigirme la palabra (claro que más adelante se atrevería a mucho más) y decirme: "Habla, causita". Al instante, pensé: "¿Quién mierda se atreve a llamarme causita?, a menos que sea..." Al verlo aparecer a mi lado, definitivamente supe que no era la persona en que estaba pensando, entonces me dije: "¿Quien mierda es este imbecil?, no lo conozco y aún peor, ¿Porque fuck osa tocar mi hombro?. Entonces me di cuenta que era una de esas personas amigas de lo ajeno, y mi boca estaba a punto de decir con felicidad: Jajaja, osea ¿En algún lugar de esa huevada, diré cabeza, crees que me vas a poder robar solo, piltrafa. De un manaso te estampo contra la pared". Pero una indeseable compañía no permitió que de mi boca surgieran esas palabras, al instante sentí una mano en la espalda y mi pensamiento cambio radicalmente: "Mierda, estoy cagado". La piltrafa se me adelantó y detuvo mi caminar. Entonces, al querer escapar por algún lado, ya era demasiado tarde y estaba sujeto por alguien. Rápidamente, hice fuerza para escaparme y al ver los ladrones que estaba a punto de lograrlo, el enano inmediatamente escondió su mano derecha en su chompa, y dijo: "ya causa tranquilo o te meto punta", acompañado de un estúpido "sí, sí" de su compinche. Miré, para donde se supone que se encontraba la "punta" y pensé: Puta esa la conozco desde tercer grado, hasta yo la he hecho cuando jugaba con mis amigos y en la universidad también cuando nos burlábamos de los trucos "ladronescos" y de su hablar. Entonces, dije (con estas palabras exactamente): "Aguanta, no seas huevón, ahí no tienes nada ese es tu dedo, imbécil", no sé si lo hice por mi ingenuidad debido a que era mi primer asalto o si lo hice por valentía y rabia combinadas. Pero parece que el enano no el gusto mucho que revelara su ridiculez y me agarro del cuello. Ese fue el punto que definió el descenlace, esa fue mi única estupidez en toda esta situación: no pegar el mentón y desproteger mi cuello. Cuando me agarró del cuello supe que se había acabado toda mi participación, mientras tanto el otro me sacaba la billetera y buscaba desesperadamente mi celular entre mis bolsillos. En ese instante, mientras los dos repetían sin cesar: "Celular, celular, celular...", hice mi último esfuerzo para escapar y el que me tenia del cuello, como lo supuse, me dijo: "Quédate tranquilo o te duermo, huevón", al ver que lo estaba consiguiendo. Decidí perder.

Lograron encontrar mi celular y me soltaron. Inmediatamente corrieron y cruzaron la pista (a uno casi lo atropellan, pero desgraciadamente el maldito taxista frenó); yo, al recordar que no tenían ningún tipo de armas para hacerme daño, decidí perseguirlos, pero cuando comencé a correr, definitivamente estaba mareado por el ahorco, entonces esperé un momento hasta que pase y cuando por fin pasó, ya estaban como a una cuadra de distancia, corriendo a toda velocidad y mirando hacia atrás para ver si los perseguía. Fue entonces cuando recordé todo lo que tenia en mi billetera, aparte del billete de un dólar, el de cinco dólares, el de diez soles y el de veinte soles, además del sencillo. Esto incluía, entre lo más importante: mi carné universitario, mis horarios y mis fotos. Entonces solo atiné a gritar sin esperanza y estúpidamente: "Brother". Al ver que era imposible que me escuchen y, si lo hacían, que me hagan caso, me ahorré el "devuelvanme mis documentos, por favor", aunque lo pensé con mucha tristeza. Resignado (cosa que odio) continué mi ruta hacia mi hogar y al llegar me senté en el murito de la entrada y pensé por unos segundos hasta que abrieron la puerta, fue ahí cuando me acorde que no se habían llevado mis llaves con mis llaveros que me gustan mucho y que los traje de cuzco, entonces sonreí.

Llegué a mi casa, le conté a mi madre (todos sabemos como reaccionan las mujeres con una noticia como esta), luego esta le contó a mi padre y éste se acercó a mi (yo me encontraba en la computadora) y dijo: "¡Apaga eso!"- ¿Porqué?- Porque vamos a salir a buscarlos. Claro, al principio me pareció una idea descabellada, pero era tan adrenalínico este momento que accedí. Subimos al carro y salimos a buscar a los ladronzuelos. Lamentablemente no los encontramos, pero gracias a unos contactos, ya dí con su paradero. No sé si mi padre los sabe aún, pero no dudo que acceda a buscarlos nuevamente.

Fuera de perder mi billetera y mi celular, y de darme cuenta, al escribir este post, que pisé caca como dije anteriormente. Pienso que esta experiencia tiene más cosas buenas que malas. Bueno fue la primera vez que me robaron y no me fue tan mal, o sea, de mis ojos no emanó lágrima alguna (aunque hace tiempo que no lo hacen, ni al enterarme de la peor noticia de mi vida hace dos días), ni siquiera temblé (sólo tiemblo cuando hace frió) y mis sentimientos ni se inmutaron, y lo mejor de todo, me sirvió para añadir una entrada muy divertida a mi blog. ¡Que todo sea por el blog!.
En pocas palabras, como diría Mónica, que por cierto nunca lee mi blog ni creo que lo haga en esta ocasión porque se lo conté por messenger, todo fue un éxito. Gracias

PostData: Esta entrada no es la original, está modificada debido a la insistencia de algunos amigos lectores que se quejaban de mi connotación racista al escribir (esta entrada, cabe resaltar). Los 4 primeros comentarios se refieren a la entrada antes de ser modificada.

6 comentarios:

Christian:. dijo...

racista de mierda!!! a mi también me han robado y eran de la misma raza y no por eso les digo serranos de mierda, serranos reconchasumadre, serranos inservibles, serranos como caca, serranos lo que fuese...debes pensar que de eso viven, yo sé que es malo, pero como te dije, vamos y les sacamos la concha su madre!!XD

Christian:. dijo...

me olvidaba, perdiste mi foto :( ahora el choro se va a enamorar de mi jajaja

Anónimo dijo...

el post hubiera estado mejor si hubieras contenido tu ira y hubieras reprimido aunque sea por respeto tus comentarios racistas...

Luciano dijo...

Si... lamentable la connotacion racista de tu post. Yo se q en el momento da colera, rabia, etc. pero justamente es ahi cuando sale lo q uno realmente piensa y siente, lo q muestra como uno es. Cuidado con eso bro, fijarse en si el ladron era cholo, negro o rubio es como fijarse en si combinaba bien su ropa o no... cojudamente superficial, no te parece? Te hace pensar en cuales estan siendo tus prioridades al analizar una situacion.

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo con los comentarios anteriores, pero me parece que debes tener la suficente personalidad para mantener tu post y no modificarlo, y rebatir los comentarios con argumentos

Greta dijo...

Leí tu historia y me acordé de mí hace tres días, bueno en verdad yo no me di cuenta como me robaron el cel, pero la reacción fue parecida, con la diferencia que esperé que se me pase toda esa cólera para poder escribir algo, jugué troyis y me tranquilizé un poco mas rápido( si puedes juega, facil te gusta). No es la primera vez que me roban ya será la cuarta pero igual.
Te pasan tantas cosas raras como a mí, si algún día hago un libro (lo dudo en verdad) estarás presente.