viernes, 14 de setiembre de 2007

Yo y Augusto

Augusto era un niño triunfador y todo un líder. Amigos por acá, amigos por allá. Una muy buena persona por dónde lo veas, pero como todo ser humano, tenía sus errores y sus enemigos sabian aprovechar estos defectos para basar en ellos el porqué de su enemistad y así convencer a más gente de su posición.

Fue pasando el tiempo y sus peores enemigos, con falsos argumentos, cada vez se hacian más fuertes y convencian a más gente para que se enemistara y peleara con Augusto. Este se percató que algo iba mal y decidió averiguar cuál era el problema. Se le ocurrió una ideal genial, como suele ocurrir normalmente.

Este inteligente personaje, se vistió con ropa nueva y diferente a la que comunmente usaba, tanto así que llego a verse como otra persona, como un nuevo joven en la ciudad. Cuando estaba disfrasado de esta forma diferente a la habitual, comenzó a frecuentar a las personas que se quejaban de él, con el propósito de saber cuáles eran sus argumentos para que exista esta enemistad. Claro todo lo hacia como una tercera persona. Augusto pensaba cuando estaba sólo: "Que idiotas, si supieran que gracias a mí saben lo que saben y tienne los amigos que tienen, no saben cuánto me cuesta mantener a todos en amistad, si cada uno supiera la verdad del otro, esto sería un caos y aún así me quieren quitar a mis amigos".

Al día siguiente, volvió a donde sus enemigos como todos los días y escuchó nuevas cosas que decian sobre Augusto, éste se escandalizaba cada vez que escuchaba algo así, pero poco a poco comenzó a participar más. Días después Augusto hasta participaba en las conferencias que se realizaban contra él. "Sí, cree que lo puede todo"- decian algunos - "Es prepotente y convenido" - añadia él. Paso el tiempo, quizás meses y este personaje cada vez se convencia más de que estaban siendo manipulados por Augusto; un día, propuso hacer una especie de revolución contra él.

Todos salieron a las calles, con el fin de encontrar a Augusto. La multitud, cansada de tanta injusticia, decidió hacerla con sus propias manos, liderados por este personaje. Llegaron a su destino, irrumpieron en la tranquilidad de Augusto, dijeron unas pocas palabras y el mismo que propuso la marcha, el mismo que lideró la revolución, el que cambió su aspecto para averiguar la verdad, que ahora era todo un lider, lo mató. Un final infeliz, acá acaba esta historia, ¿o no?.



Adaptación-> El Gran Tamerlán

3 comentarios:

Christian:. dijo...

Buen intento por jugar como cortazar con las realidades en forma de un anagrama.

Greta dijo...

Augusto, el que despues de ir a la biblioteca me llama.
JA.

RUF dijo...

Augusto, te confieso que nunca había llegado a tu blog como tú al mío, pero ahora que lo he hecho te felicito. jejejeje Lo revisaré de ahora en adelante.