viernes, 12 de setiembre de 2008

La ingenioidad de un peruano trabajador

Muchas veces nosotros mismos nos sorprendemos de lo que un peruano puede llegar a hacer para ganar dinero. Felizmente puedo decir que la oración anterior esta cargada de positivismo y no debe ser mal interpretada. Aunque, como en todos los rincones del mundo, aquí también hay gente de mal vivir, el motivo de este post no es describirlos a ellos, sino a la que usa el ingenio para (sobrevivir es muy sarcástico) vivir.

Muchos dicen que lo más característico de un peruano es su inteligencia para inventarse un trabajo, no sé si suene muy nacionalista, no he vivido en otros países como para afirmarlo o negarlo, pero si creo que es una característica distintiva.

Me acuerdo un día no muy lejano, caminando por una concurrida calle comercial del centro de Lima con mi papá, que tomé atención a la gente que caminaba por la cuadra y comencé a pensar en toda la gente que estaba trabajando ahí ahora: gente que cargaba paquetes de una lado a otro, gente que vendía en su negocio, gente que jalaba gente a su negocio, gente que vendía comida, ambulantes, policía, etc. Decidí preguntarle a mi padre: ¿Pa, cuantos tipos de trabajo hay en esta cuadra? a lo que me respondió: La mayoría de los que trabajan cerca siempre se dedican a lo mismo, hijo. Todavía no entiendo por qué, pero de mi boca salieron unas palabras con sonido a: "qué pena que no me captaste"... No sé si no me escucho o prefirió hacer como el padre de Mafalda, pero ahí concluyo la efímera conversación

Para comenzar con los ejemplos, quiero utilizar uno que me impacto hace unos 2 años. En el centro de Lima, al iniciar el Sanjón, estaba parado en un semáforo con mi padre esperando la luz verde y a los lejos vi algo muy interesante e impresionante, si cabe el término. Un hombre subido en zancos estaba limpiando la luna de los autobuses, esto me dejo pensando más de dos horas, tratando de entender porque esta persona hacia lo que hacia y de dónde sacó la idea. Si lo vemos por el lado productivo, no tenia competencia, a esas lunas no llega una personas normal ni aunque fuera alta. Técnicamente, el trabajo era perfecto.
Otra hazaña insólita, a la que quizá estemos acostumbrados en Lima, es el hecho de ver a gente que se sube a los micros a cantar y tocar algunas canciones. De hecho, hay muchos desubicados que cantan malísimo y suben a malograrle el no muy placentero viaje a la gente, pero hay otros, principalmente jóvenes inmigrantes, que con un par de instrumentos rústicos son capaces de captar la atención de más de 20 personas no muy dispuestas a tomarle atención a un extraño. Sobretodo sale bien cuando estas canciones son amazónicas y no han sido maltratadas por la sociedad excluyente limeña.
Hablar de esto y no nombrar los semáforos sería prácticamente un crimen. ¿Alguna vez se han puesto a pensar cuantos trabajos diferentes hay en los semáforos limeños? Hasta ahora fácilmente he visto unos 30 diferentes, entre los más representativos están los clásicos malabares con fuego; bailes lunáticos con disfraces plateados creados por los mismos actores; los saltos temerarios entre dos que muchas veces incluyen break dance; jóvenes con narices rojas que intentan sacarle sonrisas a la gente poniéndose un máscara blanca de pintura, quizás para poder trabajar felices; pequeñas niñas con coreografía, que crean en ti la duda entre apoyar a la explotación infantil o generar violencia infantil (inevitablemente es muy probable que siempre estén presentes estas posibilidades).
La comida ambulante rechazada por algunos y amada por otros. Personalmente no tengo nada en contra, pero desde que me dio hepatitis mi madre me prohibió comer algo de la calle y quede traumatizado. Si la comida peruana es variada, las cosas que puedes encontrar en la calle son más. Desde yuquitas fritas de todos los tipos y sabores, pasando por popcorn, maní confitado, habitas, maní salado, panes con todo lo que exista a todos los precios, hasta llegar a comidas más comprometedoras y temerarias como el ceviche de carretilla.

Actualmente han aparecido nuevos trabajos, quizás el más conocido es el de las llamadas de 50 céntimos, pensándolo bien creo que son demasiado útiles, por eso lograron expandirse rápidamente por todo el país, incluyendo Arequipa, Tacna, Ica y quién sabe donde más.

Infinidad de trabajos pueden existir y faltan crearse, algunos se crean por épocas como vender flores en la quincena de Febrero o vender parafernalia del Señor de los Milagros en la época de este. De hecho el tema de la convocatoria "religiosa" también es bastante interesante y sería bueno tomarlo en cuenta en otro post ya que nuestro país es una de las potencias en juntar gente para estos fines.
Sin más que decir espero haber hecho un buen trabajo sobre este tema tan interesante que no me gustaría maltratar con malas publicaciones. Gracias y gracias Webo.

1 comentario:

Luciano dijo...

Tb están los q crean revistas de/para jóvenes... :P