He volvido

Hace algún tiempo, existía un niño de 17 años que tenia un blog, interesante para él, donde publicaba cosas que le pasaban en la vida diaria, sueños que a veces le alegraban el día, recuerdos que formaban lo que hoy en día se llama infancia, momentos kodak en su vida sentimental (esto último es más para influir en el sentimiento del lector porque no recuerdo haber escrito algo así), en fin, muchas cosas que junto a los comentarios de la gente que leía estas publicaciones despertaron una pasión diferente al de la arqueología. El niño pensó en ser alguna suerte de escribidor de los que escribe (por no decir escritor para evitar la burla de muchas personas) y así, junto con la arqueología, tener una vida plena, bella, satisfactoria, feliz, soñada y, por supuesto, miserable en cuanto a lo económico.

Hoy ese niño dueño de todos estos sueños y fantasías ya tiene 18 años y no publicó nada por su cumpleaños, por eso se siente muy culpable, los 18 años esperados de todo hombre que quiere conseguir un brevete, porque para nada más te sirve el d.n.i.; es casi tan inservible como el carné de medio pasaje para las personas que pagan 50 céntimos hasta su universidad (cosa que también es mi caso). Ese niño es aquel joven fornido, simpaticón e inteligente tirando para sabio (lo primero definitivamente no soy, lo segundo no lo sé cof cof, lo tercero espero que sí cof cof) que escribe estas palabras en este momento, momento en el cual no estas ubicado espacialmente tú, pues ya han sido escritas un viernes a la 1:04 de la mañana (demonios ya es tarde). ¿Dónde me quede? la verdad no importa porque esto no tiene mucho sentido. Tampoco publicó nada sobre el primer año que cumplía su blog un mes antes del cumpleaños del autor, eso entristeció a ambos, se sentían separados, se sentían defraudados; el blog con su autor, su autor con su mente, su mente con el tiempo y el tiempo es el malo de la película.

En fin, esto es un texto de reconciliación en plena época de finales, un perdón por mis faltas y otras cosas que me acabo de olvidar, eso va en serio. Este, ahora todo un hombre... ,con sueños similares de ser de esas personas que escriben cosas y son leídas por otras, a pesar de que me acaban de dejar en claro que mis cuentos son malísimos, una bajada de moral no podrá más que mis sueños, yo confío en ellos. De todas maneras no voy a permitir que nada me separe un largo tiempo de mi blog nuevamente, continuaré escribiendo y esperando comentarios que sé que nunca llegaran, pero si que emocionan. Sin más que decir, porque todavía no lo recuerdo, me despido de quien este leyendo esto. Gracias.