viernes, 17 de abril de 2009

Dos nebulisaciones y una inyección

Hace un par de día hice mi, por ahora, última visita a una clínica. El tema es el mismo de siempre, cuando no es yeso, asma. El día en sí fue bastante inusual por eso lo contaré casi-completo.

A las 10 de la mañana teníamos que reunirnos para tallar líticos, era como una especie de clase práctica de Análisis del Material Lítico. pero poco formal según había dicho el profesor. Y bueno sí fue poco formal porque el mismo profesor llego a las 11. Luego de varios acontecimientos separamos obsidiana y jaspe para tallar y el profesor comenzó con la demostración, bueno comenzó y terminó a la vez. Ahora les explico por qué. Antes de comenzar nos dimos cuenta de que no teníamos los guantes adecuados para tallar la obsidiana (vidrio volcánico) y decidimos ir a comprar franelas para cubrirnos las manos de alguna manera. Lo hizo una amiga y, al regresar, el profesor comenzó a tallar. Cuando ya corrían la 1 de la tarde y la demostración había concluido, decidió darle un golpe fuerte a la piedra como golpe final, lo malo fue que la obsidiana salió volando desafiando gravedad, corriente de viento y experiencia previa, y terminó incrustrandose en el dedo gordo del profesor el cual sangró intempestivamente. El profesor se paró rápido y puso la mano en el caño que había por ahí y luego dijo -"Ya chicos, ahora ponganse a tallar ustedes, voy al centro médico y regreso", y al ver nuestras caras pareció reinvindicarse y dijo- "Ya chicos, recojan todo, creo que es suficiente por hoy". El profesor se fue y nos quedamos tres adolescentes (dos amigas y yo) con un pericote muerto que encontramos en el pasto donde estábamos, y, además. con sed de conocimiento acerca del interior de un pequeño roedor. Lo que nos llevó a utilizar la obsidiana como en los viejos tiempos. Primero pelamos al ratoncito por el pecho y luego procedimos (es un decir porque en cada corte, yo soltaba un grito poco masculino al ver los intestinos salir volando) a abrirlo. Después tuvimos una sesión de fotos con el pequeño ratoncito, la obsidiana y los percutores. Las fotos se pueden encontrar en mi facebook. Pero esto era solo el comienzo de lo que sería mi día.

En la tarde hice una visita a la clínica como los viejos tiempos, también. Una molestia del asma me tenía mal desde hace unos días. Llegué y para variar me mandaron de un lugar a otro, como en todas las clínicas y hospitales del Perú, en pocas palabras, si estaba muy mal, moría. Y bueno, luego de bastante tiempo me atendieron en emergencia, el doctor vino, se fue, volvió a venir, se volvió a ir y cuando regreso dijo: "Dos nebulisaciones y una inyección". Mientras lo decía, mi mente lo repetía, será que esa frase la habré escuchado mínimo unas 10 veces de la boca de un doctor. Es increíble que mi vida haya estado más veces al borde de la muerte que los años que tengo y casi nadie sabe eso. Al final todo fue rutina: nebulisación, inyección (aquí sí me sorprendió la enfermera, porque siempre es en el brazo y esta vez fue un bastante más abajo y por atrás, de esas que duelen al caminar) y otra nebulisación. Todo termino como siempre, otra espera para que me atienda el doctor y me recete 5 prenidsonas (que sumadas a las 3 que me había automedicado dias antes daban 8); 6 pastillas que no me acuerdo como se llaman pero cada caja, donde viene tres, cuesta lo mismo que una caja de chelas, hasta más; y finalmente un jarabe, como cuando era niño. Lo que al final de la semana, va a dar una suma de 14 pastillas, 1 jarabe, 3 nebulisaciones y 1 inyección. Y eso que fue una semana tranquila.

Lo que no fue una semana tranquila fue cuando cursaba el cuarto de secundaria si mal no recuerdo, en realidad en las vacaciones antes de comenzar las clases de 4to. Nunca olvidaré esa semana. Mis padres varias veces han pasado por la angustia de esperar a que salga bien cada vez que entraba a un hospital o clínica, y como que ya se estaban acostumbrando a las crisis repentinas y las visitas al hospital de madrugada, pero esta fue la primera vez que un doctor le dijo a mi madre: "Señora, ..., no estoy seguro de cuánto tiempo más viva su hijo" y también fue la primera vez que me internaron.
Pero este tema es demasiado importante para mí como para compartir el post con algo más, creo que será la próxima publicación que haga.

Y bueno, así acabó ese día, recordándome que sigo viviendo de pura suerte. No sé la suya, pero ahora mi vida vale mucho como para ser normal.

No sé si escribo bien o no, en este tipo de post ya perdí en interés en ese aspecto, creo que en sí mi vida es suficientemente extraña

PostData: Lo sé, el titulo es bastante nerd.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

me gusta mucho este post..bueno los otros tmb =)

Anónimo dijo...

bueno, al menos para eso hay nebulizaciones e inyecciones, no? aunque sean en el culo, jajaja.

Augusto dijo...

Explicate y rebela tu identidad (o rebelen) porque si tu comentario tiene un doble sentido, no entendi un carajo. :)

Anónimo dijo...

jaja.. no para nada, mi comentario no tiene un doble sentido..yo comenté el 24 de abril xD

Anónimo dijo...

para que rebelar mi identidad..solo te puedo decir que te agregue al facebook hace tiempo y bueno terminaste eliminadome..eso deja mucho que pensar no crees?...bye

Augusto dijo...

jaja estas tratando de despertar algún sentido de culpabilidad en mí? pues no hay, por ningún lado. Y si te borre del facebook es porque no te conosco, cuando creé mi facebook decidí que sólo tendria gente que conosco porque no le encontraba sentido a agregar a personas desconocidas. Y no rebelar tu identidad deja mucho que pensar no crees? Whatever adios... ya no quiero saber quién eres.

Anónimo dijo...

yo creo cachimbo... que deberias empezar a escribir sobre que te pasa con la carrera esta... "señor estudiante de arqueologia"